Escucharon hablar de algo misterioso que se conoce como 1888. No saben en que consiste, pero se tratya de algo que vuelve una y otra vez.
No consiste en mirar hacia atrás, sino hacia adelante. Está plenamente vinculado con la futura consumación del mensaje de Dios al mundo.
La razón es que "1888" constituye un punto de inflexión en la historia, apuntando hacia el gran clímax del plan de la salvación. Es complementario al año 31 de nuestra era, Caundo Dios abrió sus ventanas y derramó sobre los discípulos el comienzo del gran don del Espíritu Santo de Dios, nunca antes conocido en aquella profusión. Se lo denominó la "lluvia temprana", algo hondamente anhelado