viernes, 27 de mayo de 2011

Tambien Por Nosotros



( E.J.Waggoner )

El cuarto capitulo de Romanos es uno de los de mayor riqueza en la biblia, por la esperanza y ánimo que contiene para el cristiano. En Abraham, tenemos un ejemplo de la justicia por la fe, y queda expuesta ante nosotros la maravillosa herencia prometida a todos los que tienen la fe de Abraham. Y esa promesa no esta restringida. La bendición de Abraham viene tanto a los gentiles como a los judíos;nadie hay tan pobre que no pueda compartirla. Ya que “ es por la fe , para que sea por gracia; para que por la promesa sea firme a toda simiente”.

La ultima cláusula del versículo diecisiete merece especial atención. Contiene el secreto de la posibilidad de nuestro éxito en la vida cristiana. Dice que Abrahám creyó a Dios “ el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como las que lo son”.

Eso denota el poder de Dios; implica poder creador. Dios puede llamar algo que no existe como si existiese. Si eso lo lo hiciese un hombre ¿ como lo calificaríamos? Como una mentira. Si un hombre dice cosas que no existen, siendo que no es así, a eso lo conocemos como mentira. Pero dios no puede mentir. Por lo tanto, cuando Dios llama las cosas que no son como si fueran, es evidente que con ello las hace ser. Es decir su palabra las hace venir a la existencia. Hay un conocimiento y dicho infantil: “si mamá lo dice, es así, aunque no lo fuese”. Tal sucede con Dios. En el tiempo referido como “en el principio”- sin mas escenario que el desolador vacío de la nada -, Dios habló, e instantáneamente surgió a la existencia los mundos. “Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todos el ejercito de ellos por el espíritu de su boca...

Porque el dijo, y fue echo; mando, y existió”(Salmos 33:6-9).Ese es el poder al que alude Romanos 4:17 . Leámoslo y apreciamos la fuerza del lenguaje en relación en relación con lo expresado. Hablando todavía de Abraham, dice el apóstol:

“El creyó en esperanza contra esperanza, para venir a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que le había sido dicho: Así sera tu simiente. Y no se enflaqueció en la fe, ni considero su cuerpo ya muerto (siendo ya de casi cien años), ni la matriz muerta de Sara; Tampoco en la promesa de Dios dudó con desconfianza , antes fue esforzado en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que todo lo que había prometido era también poderoso para hacerlo. Por lo cual también le fue atribuido a justicia” Romanos 4:18-22.

Aprendemos aquí que la fe de Abraham en Dios, como Aquel que era capas de traer las cosas a la existencia por su palabra, fue ejercida en relación con su capacidad para crear justicia en una persona destituida de ella. Los que ven la prueba del la fe Abraham como refiriéndose simplemente el nacimiento de Isaac, pierden la enseñanza central y la belleza del pasaje sagrado. Isaac no era mas que aquel a través del cual le seria llamado simiente, y esa simiente es Cristo. Véase Gálatas 3:16. Cuando Dios dijo a Abraham que en su simiente serian benditas todas las naciones de la tierra, en realidad le estaba predicando el evangelio (gálatas 3:8);por lo tanto, la fe de Abraham en la promesa de Dios era realmente fe en Cristo como salador de los pecadores. Tal era la fe que le fue contada por justicia.

Obsérvese ahora la fuerza de esa fe. Su propio cuerpo ya estaba virtualmente muerto a causa de la edad, y el de Sara no estaba en mejor condición. El nacimiento de Isaac de una pareja tal, no significa menos que producir vida a partir de los muertos. Fue un símbolo del poder de Dios para traer a la vida espiritual a quienes estaban muertos en transgresiones y pecado. Abraham espero con toda esperanza. Humanamente hablando, no había posibilidad alguna de que la promesa se cumpliese; todo iba en contra, pero su fe se aferro y reposó en la inmutable palabra de Dios, y en su poder para crear y dar la vida. “Por lo cual también le fue atribuido en justicia”. Y en suma:

“ No solamente por el fue escrito que le haya sido imputado; sino También por nosotros, a quien sera imputado, esto es a lo que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús Señor nuestro, el cual fue entregado por nuestros delitos, y resucitado para nuestra justificación” (Romanos 4: 23-25).

Así pues, la fe de Abraham fue lo que debe se la nuestra, y con similar objeto. El hecho de que sea por la fe en la muerte y resurrección de Cristo, que se nos imputa la misma justicia que se le imputó a Abraham , muestra que la fe de Abraham lo fue igualmente en la muerte y resurrección de Cristo. Todas las promesas de Dios Abraham lo era para nosotros, tanto como para él. En un lugar se nos dice que eran especialmente para nuestro provecho. “Porque prometiendo Dios a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juro por si mismo”. “por lo cual, Dios queriendo mostrar más abundante a los herederos de la promesa y la inmutabilidad de su consejo interpuso juramento; para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo, los que nos acogemos a trabarnos de la esperanza propuesta” (hebreos 6:13,17,18).Nuestra esperanza descansa por lo tanto, en la promesa y juramento hechos a Abraham, ya que tal promesa, confirmada por un juramento, contiene todas las bendiciones que Dios puede otorgar al hombre.

Pero antes de pasar a otro punto, vamos a hacer lo anterior un poco más personal. Alma vacilante, no digas que tus pecados son tanto, y tú tan débil, que no hay para ti esperanza. Cristo vino para salvar a los perdidos, y es poderoso para salvar hasta lo sumo a los que por Él se allegan a Dios. Eres débil, pero te dice, “mi potencia en la flaqueza se perfecciona” (2 corintios 12:9 ). Y el registro inspirando nos habla de aquellos que “sacaron fuerza de la debilidad” (hebreos 11:34) significa que dios tomó la debilidad misma de ellos y la transformó en fortaleza. Demuestra de ese modo su poder. Es su forma de obrar. “Antes los necios del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es: Para que ninguna carne se jacte en su presencia” ( corintios 1:27-29)

Ten la fe sencilla de Abraham. ¿De qué manera obtuvo la justicia? No considerando lo mortecino o falto de fuerza que estaba su cuerpo, son estado dispuesto a dar a Dios toda gloria. Siendo esforzado en la fe de que El seria capas de hacer todas las cosas a partir de lo que era. Tú, por lo tanto, no consideres la debilidad de tu cuerpo, sino la gracia y el poder de nuestro señor, teniendo la seguridad de que la misma palabra capas de crear el universo, y de resucitar los muertos, puede crear en ti un corazón limpio, y vivificante en Dios. Seras así hijo de Abraham. Hijo de Dios por la fe en Cristo Jesús.


martes, 24 de mayo de 2011

Fortalecidos en el hombre interior

"Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu;" 

Efesios 3:14-16

"El manso de espíritu, el que es más puro y más semejante a un niño, será fortalecido para la batalla con poder por medio del Espíritu de Dios en el hombre interior.  Quien percibe su debilidad y lucha con Dios como lo hizo Jacob, y como este siervo de antaño clama: "no te dejaré si no me bendices", avanzará con una renovada unción del Espíritu Santo.  La atmósfera del cielo lo rodeará.  Andará haciendo bienes.  Su influencia será positiva en favor de la religión de Cristo. . ." (Alza tus ojos 1 de febrero)

"Así es con el alma.  El corazón puede ser cuidadosamente guardado y protegido.  "Porque ¿que aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?" (Marcos 8: 36-37).  Cristo debe morar en el corazón por medio de la fe.  Su Palabra es el pan de vida y el agua de salvación.  La confianza en su plenitud nos viene por medio de la comunión constante con Dios.  Al comer la carne y beber la sangre de Cristo obtenemos fortaleza espiritual.  Cristo provee la sangre dadora de vida del corazón, y Cristo y el Espíritu Santo dan poder a los nervios.  El alma, engendrada de nuevo en una nueva esperanza es imbuida con el poder vivificador de una nueva naturaleza, queda capacitada para elevarse cada vez a mayor altura." (Ministerio de Curación página 595)

"Los que son hechos nuevas criaturas en Cristo Jesús manifiestan los frutos del Espíritu:  "amor, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, templanza". (Gálatas 5: 22, 23) Ya no se conforman por más tiempo con las concupiscencias anteriores, sino que por la fe del Hijo de Dios siguen sus pisadas, reflejan su carácter y se purifican a sí mismos así como él es puro. Aman ahora las cosas que en un tiempo aborrecían y aborrecen las cosas que en otro tiempo amaban. El que era orgulloso y dominante, ahora es manso y humilde de corazón. El que antes era vano y altanero, ahora es serio y discreto. El que antes era borracho, ahora es sobrio y el que era libertino, puro. Han dejado las costumbres y modas vanas del mundo. Los cristianos no buscan "el adorno exterior", sino que "sea adornado el hombre interior del corazón, con la ropa imperecedera de un espíritu manso y sosegado" (1 S. Pedro 3: 3, 4)." (El Camino a Cristo página 58)

"Los que no se conforman con escuchar las palabras de Cristo, sino que las ponen en práctica, ponen de manifiesto el carácter de la operación del Espíritu Santo.  El resultado de la operación interna del Espíritu de Dios se revela en la conducta exterior.  La vida del cristiano está escondida con Cristo en Dios, y el Señor reconoce a los que son suyos al declarar: "Vosotros sois mis testigos".  Ellos testifican de que el poder divino actúa sobre sus corazones y modela su conducta.  Sus obras revelan que el Espíritu influye sobre el hombre interior; los que se asocian con ellos se convencen de que han elegido a Jesucristo como su modelo.-Review and Herald, 12 de mayo, 1896." 

"Para el corazón que llega a purificarse, todo cambia.  La transformación del carácter es para el mundo el testimonio de que Cristo mora en el creyente.  Al sujetar los pensamientos y deseos a la voluntad de Cristo, el Espíritu de Dios produce nueva vida en el hombre y el hombre interior queda renovado a la imagen de Dios.  Hombres y mujeres débiles y errantes demuestran al mundo que el poder redentor de la gracia puede desarrollar el carácter deficiente en forma simétrica, para hacerle llevar abundantes frutos." (Exaltad a Jesús 29 de Septiembre)

"Cristo, su pureza, y sus incomparables encantos deben constituirse en el motivo de contemplación del alma. Hay poder espiritual disponible para todos; pueden tenerlo si lo desean, para resistir la tentación, cumplir con sus deberes y para que su alma mantenga firme su integridad.  Los que sientan necesidad de ser fortalecidos por el poder del Espíritu de Dios que obra en el hombre interior, no perderán su integridad.  Además, la oración ferviente y la vigilancia los conducirá a través de las tentaciones. Tenemos que permanecer unidos a Cristo por medio de una fe viviente.
(Testimonios sobre la conducta sexual, divorcio página 100)

sábado, 21 de mayo de 2011

Creación o evolución ¿cuál de las dos?


Muchas personas creen en que todos los seres humanos no fueron creados por un Dios  confirman que fuimos evolucionando. ¿Pero vamos a leer en qué consiste la evolución; y vamos a poder sacar nuestra propia conclusión si somos o no evolucionista.
“La evolución es la teoría que representa el devenir del mundo como una transición gradual desde lo indeterminado hacia lo determinado, desde lo uniforme a lo variado, y que asume que la causa de esos procesos es inherente al propio mundo que es objeto de la transformación.”
“Evolución es, pues, sinónimo de progreso. Es una transición desde lo inferior a lo superior, de lo peor a lo mejor. Tal progreso apunta a un valor añadido en la existencia, tal como reconocen nuestros sentimientos”.
  Ahora apropósito de ese asunto del progreso desde lo peor a lo mejor, ¿tiene algo que ver tus sentimientos? Si es así, ¿qué eres en realidad? Cualquiera de los que aquí reunidos mira su progreso el valor de su experiencia por sus SENTIMIENTOS, es evolucionista: no importa si ha sido adventista por cuarenta años, no deja de ser evolucionista. Su religión, su cristianismo, es una profesión desprovista de la sustancia, la forma sin el poder.
Tal es la evolución, según la definición de sus inventores, que el mundo, con todo lo que en él hay, vino por sí mismo; y que el principio que lo llevó en la situación que ahora está, es inherente a sí mismo todo cuanto el mundo es. De manera que, evidentemente, “la evolución es directamente antagonista de la creación”.
Cierto que por lo que respecta al mundo y todo cuanto en él hay, no crees que viniese por sí mismo. Sabes que no eres evolucionista hasta ese punto; crees que Dios creó todas las cosas. Todos cuantos estamos hoy aquí reunidos diríamos que Dios CREÓ todas las cosas, el mundo y todo lo que hay en él.la evolución no admita tal cosa: no deja lugar a la creación. 
Seas tú uno de ellos o no, lo cierto es que abundan, incluso entre los adventistas no tanto como antaño ¡gracias a Dios! Quienes creen que necesitamos a Dios para el perdón de nuestros pecados, INICIÁNDONOS de esa manera en el camino; pero posteriormente, debemos obrar NUESTRA PROPIA salvación con temor y temblor. De acuerdo con eso, temen y tiemblan todo el tiempo; pero no obran ninguna salvación, ya que no tienen a Dios constantemente obrando en ellos, “así el querer como el hacer, por su buena voluntad” (Fil 2: 12,13).
Se nos dice en Hebreos 11:13 que por la fe entendemos que los mundos fueron FORMADOS [construidos, hechos] POR LA PALABRA DE DIOS, de modo que lo que vemos no fue hecho a partir de lo visible (King James). La tierra que conocemos no fue hecha a partir  de rocas; el hombre no fue hecho a partir de monos, antropoides ni “eslabones perdidos”. Los monos no fueron hechos a partir de renacuajos, ni los renacuajos de protoplasma, en aquel remoto principio. No, “los mundos fueron formados por la palabra de Dios, de modo que lo que vemos no fue hecho a partir de lo visible”
Cuando Dios, pronunciado la palabra, hubo creado los mundos, dijo en relación con el nuestro, “Sea la luz”. ¿Cuánto tiempo pasó desde la emisión de las palabras “Sea la luz”, y la aparición de la luz? Quiero recalcar esto a fin de que podáis averiguar si sois evolucionistas o creacionistas. Permitidme repetir la pregunta, ¿no hubo seis largos periodos de tiempo entre la emisión de la palabra y el cumplimiento de hecho? Decís que no. ¿No pasó una semana?-NO. ¿No pasó un Día?-NO. ¿Ni siquiera una hora?-NO. ¿Y un minuto?- Tampoco. ¿Quizá un segundo?-NO, ciertamente. No pasó ni un segundo entre el momento en que Dios pronunció las palabras “Sea la luz”, y la existencia, de esa luz. [Voz: “Tan pronto como se pronunció la palabra, fue  la luz”]. Efectivamente, así es como sucedió. He presentado ese punto con detenimiento a fin de que quede bien fijado en vuestra mente, por temor a que lo olvidéis, cuando más adelante os haga alguna pregunta relacionada con ello. Así pues, ¿queda claro que cuando Dios dijo “Sea la luz”, no pasó ni un segundo entre eso y el momento en el que la luz brilló? [Voz: Sí]. Muy bien. Entonces, aquel que admite  que transcurrió cualquier cantidad de tiempo éntrela declaración de Dios y la aparición de la cosa, es un evolucionista. Si son edades sin fin, se trata simplemente de alguien más evolucionista que el que piensa que tardó un día: es lo mismo, sólo que en mayor cantidad.
Dios dijo a continuación, “Haya expansión…” “y fue así”. Luego, “dijo Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, descúbrase la seca: y fue así”. Cada vez que Dios habló, fue así. Eso es la creación.
 Veis, pues, que para un evolucionista es perfectamente lógico y razonable el despreciar la palabra de Dios, y no ejercer fe en ella; eso es debido a que la evolución es lo contrario a la creación. Si la evolución es antagonista de la creación, y la creación es por la palabra de Dios, entonces la evolución es contraria a la palabra de Dios. Por supuesto, el evolucionista genuino y declarado no tiene ningún lugar para esa palabra, ni tampoco para los semi- evolucionista, - aquellos que evocan la creación y la palabra de Dios a modo de iniciación. La evolución necesita tanto tiempo, un periodo tan indefinido e indeterminado para conseguir lo que sea, que descarta la creación.
A menos, que reconozcamos diariamente la palabra de Dios como una energía creadora en tu vida, tu observancia del sábado es un fraude; ya que el sábado es un memorial de la creación. Es una “señal entre mi y vosotros, para que SEPÁIS  que yo soy Jehová vuestro Dios”, el Creador de todas las cosas.
Si al principio os ha parecido que era un tema más bien extraño para una ocasión como ésta [se trata de la clausura de una semana de oración], podéis ahora ver que es pura verdad para hoy. Sólo hay dos caminos. No existe el terreno neutral. Todo hombre y mujer en el mundo, o bien creacionista, o bien evolucionista. La evolución es infidelidad, es muerte. La creación es cristianismo, es vida. Escoge la creación, el cristianismo y la vida, para que puedas vivir. Adhirámonos a la creación solamente, y por siempre. Y que todos puedan decir “Amén” .

martes, 3 de mayo de 2011

Vida abundante (Por E. J. Waggoner.)


Vida abundante
Por E. J. Waggoner.

"En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.Y la luz en las tinieblas resplandece; mas las tinieblas no comprendieron." Juan 1:4,5


Una traducción mas correcta es: "mas las tinieblas no pudieron apagarla", que provee gran ánimo al creyente. Veamos en qué consiste.


CRISTO es la luz del mundo. Ver Juan 8:12. Pero esa luz es su vida, tal como indica el texto introductorio. Nos dice: "Yo soy la luz del mundo: el que me sigue, no andará en tinieblas, mas tendrá la lumbre de la vida". El mundo entero estaba sumido en las tinieblas del pecado. Tal oscuridad era consecuencia de una falta del conocimiento de DIOS; como dijo el apóstol Pablo de aquellos otros gentiles, que "teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de DIOS por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón" (Efe. 4:18)


Satanás, el gobernante de las tinieblas de este mundo, había hecho todo lo posible para engañar al hombre en cuanto al verdadero carácter de Dios.  Había hecho creer al mundo que DIOS era como el hombre: cruel, vengador, dado a la pasión. Hasta los judíos, el pueblo que DIOS había elegido para ser el portavoz de su luz al mundo, se habían apartado de Dios, y si bien profesaban estar separados de los paganos, se vieron envueltos en las tinieblas del paganismo. Entonces vino Cristo, y "el pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; y a los sentados en región y sombra de muerte, luz les esclareció" (Mat. 4:16) Su nombre fue EMMANUEL, Dios con nosotros. "DIOS" estaba en CRISTO". DIOS desmintió las falsedades de Satanás, no mediante argumentos dialécticos, sino simplemente viviendo su vida entre los hombres, de manera que todos pudieran verla.


La vida que CRISTO vivió no tuvo ni una mancha de pecado. Satanás ejerció sus artes poderosas, sin embargo no pudo afectar a esa vida impecable. Su luz brilló siempre con fulgor perenne. Debido a que Satanás no pudo manchar su vida con la mas leve sombra de pecado, no pudo arrebatarlo con su poder, el del sepulcro. Nadie pudo tomar la vida de Cristo de sí; Él la ofreció voluntariamente. Y por la misma razón, tras haberla depuesto, Satanás no pudo evitar que Él la tomase de nuevo. Jesús dijo: "Yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, mas yo la pongo de mí mismo. Tengo poder para ponerla y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi PADRE" (Juan 10:17,18). Al mismo efecto van dirigidas las palabras del apóstol Pedro, relativas a CRISTO: "Al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible ser detenido por ella" (Hech. 2:24). Quedó así demostrado el derecho del SEÑOR JESUCRISTO a ser hecho sumo sacerdote "según la virtud de la vida indisoluble " (Heb. 7:16).


Esa vida infinita, inmaculada, CRISTO la da a todo el que cree en Él. "Como le has dado la potestad de toda carne, para que de vida eterna a todos los que le diste. Esta empero es la vida eterna: que te conozcan el solo DIOS verdadero y a JESUCRISTO, al cual has enviado" (Juan 17:2,3). CRISTO mora en los corazones de todos aquellos que creen en Él. "Con CRISTO estoy juntamente crucificado, y vivo, no ya yo, mas vive CRISTO en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del HIJO de DIOS, el cual me amó, y se entregó a si mismo por mí" (Gál. 2:20) Ver también Efesios 3:16,17.


CRISTO - la luz del mundo - al morar en los corazones de sus seguidores, los constituye en la luz del mundo. Su luz no proviene de ellos mismos, sino de CRISTO que mora en ellos. Su vida no viene de ellos mismos; sino que es la vida de CRISTO manifestada en su carne mortal. Ver 2 de Corintios 4:11. En eso consiste vivir una "vida cristiana".


Esa luz viviente que viene de DIOS, fluye en un caudal ininterrumpido. El salmista exclama: "Porque contigo está el manantial de la vida: en tu luz veremos la luz" (Sal. 36:9). "Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de DIOS y del CORDERO" (Apoc. 22:1). "Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye diga: Ven. Y el que tiene sed, venga: y el que quiere, tome del agua de la vida de balde" (Apoc 22:17) 


"Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no comiereis la carne del HIJO del hombre, y bebiereis su sangre, no tendréis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna: y yo le resucitaré en el día postrero" (Juan 6:53,54).  Esa vida en CRISTO la comemos y bebemos al sentarnos a la mesa de su PALABRA, ya que añade, "El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha: las palabras que yo he hablado, son Espíritu, y son vida" (vers. 63). CRISTO mora en su Palabra inspirada, y a través de ella obtenemos su vida. Esa vida es dada gratuitamente a todo aquel que la recibe, como acabamos de leer; y leemos que Jesús se puso en pie y clamó, diciendo: "Si alguno tiene sed, venga a mí y beba" (Juan 7:37).


Esa vida es la luz del cristiano, y es lo que le hace ser una luz para otros. Es su vida; y la bendita seguridad para él, de que no importa a través de cuán densas tinieblas tenga que pasa, n tendrán poder para apagar esa luz. La luz de la vida es suya, por tanto tiempo ejerza la fe, y las tinieblas no pueden afectarle. Por lo tanto, que todo aquel que profesa el nombre del SEÑOR cobre ánimo, diciendo: "Tú, enemiga mía, no te huelgues de mí, porque aunque caí, he de levantarme; aunque more en tinieblas, Jehová será mi luz" (Miq. 7:8).


Bible Echo, 15 de octubre de 1892

Que este tema de Waggoner pueda llegar a nuestros corazones. Dios te bendiga.

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