lunes, 27 de junio de 2011

¿Qué es la justificación por la fe?

El tema de la justificación por la fe siempre resulta ser de lo más engorroso, aburrido, complicado e inentendible. El plan maestro de Satanás es que nosotros comprendamos las cosas de esa manera, y oscurecer la luz que proviene del Santuario Celestial, lugar donde nuestro Amado está llevando a cabo la obra de limpieza por nuestros pecados.

En los artículos anteriores presentamos este gran tema desde distintas perspectivas; hoy iremos directamente al grano, respondiendo a la pregunta del blog, ¿que es la justificación por la fe? ¿Por qué es tan necesario que entendamos este punto?

"Nosotros judíos de nacimiento y no pecadores de entre los gentiles, sabemos que el hombre no es justificado por las obras de la Ley, sino por la fe en Jesucristo. Así, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe en Cristo, y no por las obras de la Ley; porque por las obras de la Ley ninguno será justificado." (Gálatas 3: 15-16)

 ¿Qué quiere decir justificado?

"El significado de la palabra "justificado" es "hecho justo". Deriva del latín justitia. Ser justo es ser recto. A eso le añadimos la terminación ficar, también del latín, significando "hacer". Magnificar: hacer grande. Dignificar: hacer digo, etc. Justificar: hacer justo.
En ocasiones aplicamos el término "justificar" al que es inocente de un hecho del que es acusado sin causa. Pero el tal no necesita justificación, puesto que es ya justo. Ahora bien, dado que "todos pecaron", no hay ninguno justo –o recto– ante Dios. Por lo tanto, todos necesitan ser justificados, o hechos justos."
(Las Buenas Nuevas E. J. Waggoner)

Veamos los siguientes versículos:

"Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador,  y su amor para con los hombre nos salvó,  no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho,  sino por su misericordia,  por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia,  viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna." (Tito 3: 4-7)

"Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre,  por él seremos salvos de la ira." (Romanos 5:8-9)

"¿Dónde,  pues,  está la jactancia?  Queda excluida.  ¿Por cuál ley?  ¿Por la de las obras?  No,  sino por la ley de la fe. Concluimos,  pues,  que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley." (Romanos 3:27-28)

"Pero al que obra,  no se le cuenta el salario como gracia,  sino como deuda; mas al que no obra,  sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia." (Rmonanos 4:4-5)

"Y si por gracia,  ya no es por obras;  de otra manera la gracia ya no es gracia.  Y si por obras,  ya no es gracia;  de otra manera la obra ya no es obra." (Romanos 11:6)

"Nosotros, judíos de nacimiento,  y no pecadores de entre los gentiles, sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley,  sino por la fe de Jesucristo,  nosotros también hemos creído en Jesucristo,  para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley,  por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado." (Gálatas 2:15-16)

"Y lo llevó fuera,  y le dijo:  Mira ahora los cielos,  y cuenta las estrellas,  si las puedes contar. Y le dijo:  Así será tu descendencia. Y creyó a Jehová,  y le fue contado por justicia." (Génesis 15:5-6)

"Y ciertamente,  aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús,  mi Señor,  por amor del cual lo he perdido todo,  y lo tengo por basura,  para ganar a Cristo,
 y ser hallado en él,  no teniendo mi propia justicia,  que es por la ley,  sino la que es por la fe de Cristo la justicia que es de Dios por la fe;" (Filipenses 3:8-9)

"Y él le dijo:  Hija,  tu fe te ha salvado;  ve en paz." (Lucas 8:48)

"diciendo:  ¿Qué quieres que te haga?  Y él dijo:  Señor,  que reciba la vista.
 Jesús le dijo:  Recíbela,  tu fe te ha salvado." (Lucas 18:41-42)

"Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe,  como está escrito:  Mas el justo por la fe vivirá." (Rom. 1:17) 

 "Así Abraham creyó a Dios,  y le fue contado por justicia. Sabed,  por tanto,  que los que son de fe,  éstos son hijos de Abraham.
 Y la Escritura,  previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles,  dio de antemano la buena nueva a Abraham,  diciendo:  En ti serán benditas todas las naciones. De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham.
 Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición,  pues escrito está:  Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley,  para hacerlas.
 Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios,  es evidente,  porque:  El justo por la fe vivirá;
 y la ley no es de fe,  sino que dice:  El que hiciere estas cosas vivirá por ellas
."(Gál. 3:6-12)

 ¿Qué debo comprender para ser justificado?

"Cuando el pecador, penitente, contrito delante de Dios, comprende el sacrificio de Cristo en su favor y acepta este sacrificio como su única esperanza en esta vida y en la vida futura, sus pecados son perdonados.  Esto es justificación por la fe."
(Fe y obras. E.G.W p.107)
                                                                                                                                                                   
"¿Y qué es creer?  Es aceptar plenamente que Jesucristo murió como nuestro sacrificio; que El se hizo maldición por nosotros, que tomó nuestros pecados sobre sí mismo, y nos imputó su propia justicia.  Por eso reclamamos esta justicia de Cristo, creemos en ella, y es nuestra justicia.  El es nuestro Salvador.  Nos salva porque dijo que lo haría. ¿Hemos de participar en todas las discusiones en cuanto a cómo puede salvarnos? ¿Tenemos en nosotros mismos la bondad que nos hará mejores y que nos limpiará de las manchas y las tachas del pecado, habilitándonos entonces para acudir a Dios?  Nosotros simplemente no podemos hacerlo."  (E.G.W Fe y obras p.70)


"Debemos aprender en la escuela de Cristo.  Sólo su justicia puede darnos derecho a una de las bendiciones del pacto de la gracia.  Durante mucho tiempo hemos deseado y procurado obtener esas bendiciones, pero no las hemos recibido porque hemos fomentado la idea de que podríamos hacer algo para hacernos dignos de ellas.  No hemos apartado la vista de nosotros mismos, creyendo que Jesús es un Salvador viviente.  No debemos pensar que nos salvan nuestra propia gracia y nuestros méritos.  La gracia de Cristo es nuestra única esperanza de salvación.

Miramos a nuestro yo como si tuviéramos poder para salvarnos a nosotros mismos, pero Jesús murió por nosotros porque somos impotentes para hacer eso.  En El están nuestra esperanza, nuestra justificación, nuestra justicia.(...)

Mis hermanos, ¿esperan que sus méritos los recomendarán para recibir el favor de Dios, pensando que deben ser liberados del pecado antes de que confíen en su poder para salvar?  Si esta es la lucha que se efectúa en su mente, temo que no obtengan fortaleza y que al final se desanimen." (E.G.W Fe y obras p.35)

"Si están conscientes de sus pecados, no dediquen todas sus facultades a lamentarse por ellos, sino miren y vivan.  Jesús es nuestro único Salvador, y aunque millones que necesitan ser curados rechacen su misericordia ofrecida, nadie que confía en sus méritos será abandonado para perecer. (...)

Algunos parecen sentir que deben ser puestos a prueba y deben demostrar al Señor que se han reformado, antes de poder demandar sus bendiciones.  Sin embargo, esas queridas almas pueden pedir ahora mismo la bendición.  Deben tener la gracia de Cristo, el Espíritu de Cristo que les ayude en sus debilidades, o no podrán formar un carácter cristiano. Jesús anhela que vayamos a El tal como somos: pecadores, impotentes, desvalidos." (E.G.W Fe y obras p.36,37)


"No podemos hacer nada, absolutamente nada para ganar el favor divino.  No debemos confiar en absoluto en nosotros mismos ni en nuestras buenas obras.  Sin embargo, cuando vamos a Cristo como seres falibles y pecaminosos, podemos hallar descanso en su amor.  Dios acepta a cada uno que acude a El confiando plenamente en los méritos de un Salvador crucificado.  El amor surge en el corazón.  Puede no haber un éxtasis de sentimientos, pero hay una confianza serena y permanente.  Toda carga se hace liviana, pues es fácil el yugo que impone Cristo." (E.G.W Fe y obras p.38)

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